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Un evento de calor extremo es cuando la temperatura máxima observada en un día supera el promedio mensual de temperaturas máximas, en una determinada zona geográfica y en distintos períodos del año. Cuando este evento alcanza el percentil 983 se habla de altas temperturas y si supera el percentil 97 se denomina altas temperaturas extremas.
Riesgos en la salud de las personas
La exposición excesiva a altas temperaturas trae efectos en la salud cuando la temperatura corporal se eleva por sobre los 38°C. Los riesgos abarcan desde lo más leve como manifestaciones cutáneas tipo miliaria, hasta lo más grave representado por golpes de calor, asociados a afectación del Sistema Nervioso Central, pasando por edema generalizado, calambres, síncope por calor, estrés por calor e incluso la muerte.
¿Cuáles son signos y síntomas de deshidratación?
– Leve: Boca seca, baja producción de orina y más concentrada, hormigueo, somnolencia, impaciencia, inestabilidad emocional, desorientación-confusión, caídas, estreñimiento, náuseas.
– Moderado: aumento de temperatura, pulso, dificultad para respirar, mareos, confusión mental, debilidad muscular, caídas, coloración azul de la piel y de las mucosas, disminución de la producción de orina, estreñimiento, infecciones.
– Grave: Espasmos de los músculos, delirio, problemas de equilibrio y de circulación, lengua hinchada, ausencia de producción de orina, falla del riñón, disminución de la presión arterial, coloración azul de la piel y de las mucosas, infecciones.
SIGNOS DE ALARMA DURANTE UNA OLA DE CALOR
– Solicitar ayuda si se presenta mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa o cefalea intensa, espasmos musculares dolorosos, confusión o somnolencia intensa inhabitual para la edad y el horario del día.
– Dejar de realizar actividad física, descansar en un lugar fresco, con sombra.
– Consumir sales de rehidratación o bebidas no azucaradas con electrolitos.
– Si hay confusión o el niño o niña está somnoliento, no dar nada de comer ni beber hasta ser evaluado por un profesional de salud.
– Tomar duchas frías o ponerse toallas o ropa mojadas en agua fría.
RIESGOS PARA LA INFANCIA
En este escenario, las niñas y niños son n grupo de la población especialmente vulnerable en término de lesiones o daño relacionado con calor y representan la mitad de los afectados por estas patologías. Entre las razones que determinan su vulnerabilidad, es que demoran más tiempo en termorregular y en aclimatarse a ambientes más calurosos y húmedos; y que responden menos a estímulos ambientales que les produzcan la necesidad de tomar más agua o sacarse la ropa, en comparación a las personas adultas.
RIESGOS PARA LOS ADULTOS MAYORES
Las condiciones existentes en las personas mayores que favorecen la deshidratación son:
– Sexo femenino.
– Edad igual o superior a 85 años.
– Tener más de 4 enfermedades a la vez.
– Tomar 4 o más medicamentos.
– Tomar medicamentos como diuréticos, fenitoína, uso de laxantes.
– Cursar con una enfermedad aguda (fiebre, vómito, diarreas).
– Realizar ejercicio físico intenso.
– Infecciones/quemaduras.
– Tener una condición de discapacidad física o mental.
– Personas mayores que estén post-operadas o saliendo de una hospitalización reciente.
– Ingesta de alcohol.
– Baja sensibilización de los cuidadores frente a la importancia de una correcta hidratación en las personas mayores.
– Abandono / falta de cuidados.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA PREVENIR ENFERMEDADES RELACIONADAS CON UNA OLA DE CALOR:
– Beber más líquidos de lo habitual para mantenerse hidratado/a. Evitar líquidos azucarados, bebidas gaseosas y bebidas energéticas.
– Deje un vaso de agua en su velador y si despierta hidrátese
– Enfriar el hogar abriendo todas las ventanas durante la noche y temprano por la mañana y cerrándolas durante el día.
– Mantener persianas y toldos abajo, y cerrar las ventanas que reciben calor durante el día, abriéndolas durante la noche cuando las temperaturas disminuyen
– Preferir los espacios más fríos del hogar, especialmente para dormir.
– Procurar pasar al menos 2 a 3 horas cada día en lugares fríos. Pueden ser espacios con aire acondicionado como centros comerciales o edificios públicos, si es que no se encuentran disponibles en el hogar.
– Al hacer actividad física, preferir horarios más frescos, como las mañanas antes de las 7 horas y después del atardecer.
– Nunca dejar a los niños y niñas solos en un auto estacionado, aunque tenga las ventanas abiertas. Siempre verificar que no quede nadie dentro del auto al bajarse de él antes de cerrarlo.
– Usar ropa ligera, suelta, de colores claros; así como calzado ligero y suelto que permita la ventilacón
– Usar gorro que proteja del contacto directo con el sol y anteojos con filtro de protección solar.
– Utilizar bloqueador solar con FPS al menos 30, reaplicar cada 2 horas. Las quemaduras solares aumentan la deshidratación y, por lo tanto, el riesgo de enfermedades relacionadas al calor.
– Tomar duchas frías o ponerse toallas o ropa mojadas en agua fría, ya que si la temperatura ambiental sobrepasa los 35°C, los ventiladores no previenen las enfermedades relacionadas al calor.
– Evitar comidas calientes y pesadas.
– Comer comidas fraccionadas y tomar abundante agua y líquidos no azucarados.
– Solicitar ayuda al presentar mareos, debilidad, ansiedad, sed intensa o cefalea intensa y/o espasmos musculares dolorosos. Podría ayudar consumir sales de rehidratación o bebidas no azucaradas con electrolitos.